«aquella tan triste vida que yo dexe es muy piadosa la que tengo: a·la qual poniendo muy buen coraçon guarnido de suffrimiento me haze por mas seguro suffrir este dolor. Y passados algunos dias en ell ya como habituado assi como Pamphilo en las sus desauenturas me halle tomando aquell refrigerio de·las visiones ya dichas: y como a cabo de dias me aquexo mantenimiento veyendo que a Pamphilo las yeruas solas le dauan dulçe comer no»