«en tu gloriosa persona se vehe nos hallamos tan mal eloquentes que aquella gracia que para requestar nos mostraste agora con la tal pena avemos perdido, y mudos sin sentido estan los que mas de nosotros de su seso y habla se aprouechan, porque si con humildat en esta nuestra letra tan bien como queriamos no satisfazemos lo que por obra esperamos hazer desculpara el yerro de·la lengua. Altissimo señor en estos reynos nos avemos males jnconportables»