«no donyas mas fembras, quales a su viciosa disulucion conferian por ser d·ellas trocados e refusados, mouidos a furiosa vengança, en escriujr mal de mugeres su saber aviltaron. Mas que vos dire senyoras, pues asy fablando publicaron la injuria suya, sea·les perdonada la vuestra. Algunos otros santos doctores e sabios filosofos conosciendo las mugeres ser tanto amables e plasibles a·los hombres que por las aver, posposada temor razon e verguenza»