«a el que Dios ayudando el lo remediaria todo. Mucho ge·lo rogaron los infantes: que ya reconoçian la grauedad de su culpa. Fue·se pues al emperador y dixo·le mucho en secreto que si medio se fallaua para mostrar la verdad del fecho y restituyr·la emperadriz en su fama y quedar tan limpia y quita de toda manzilla como nunca ella fue que sy le plazeria de·lo hauer por bien y aceptar: como»