«que al Saluador fijo de Dios y señor nuestro Christo Jesu le plugo hazer por sus apostoles bienauenturados Pedro y Paulo mediante nuestro padre Siluestre. Amanzillo todas mis carnes vna fuerte lepra incurable assi que alguno de nuestros medicos no supo hallar remedio ni melezina que salud me diesse: los sacerdotes del Capitolio cierto me hazian que si me bañasse dentro vna fuente de sangre de niños todos de leche hauria remedio la dicha dolencia: lo qual oyendo me»