«la muerte que me anunciaste viniesse: pues es la fin de mis males: que no me seria dolor recebir la: con la qual beuiras alegre sin que ninguna te perturbe compliendo tus deleytes con la nueua amiga: hasta que ya enoiado como de mi te veo le des aquell gualardon que yo lieuo. Mas al fin no quiero esser tan secretaria de mis errores y tu culpa que a·lo menos lo mas dulce no ponga»