«el oro de la piedra, e el saber que dizen los sabios. Son a las costunbres asy como los fissicos de los cuerpos. Conviene al sabio que todas mañanas vea su cara al espejo, e sy es fermosa, non la quieras ensuziar con malas obras, e sy es fea, non quieras ayuntar dos fealdades en vno. Platon vio vn honbre nesçio con fermossa cara e dixo: la cara es fermossa, mas»