«los ojos en·el: y bien que las honestas le mirauan con tiento y mesura mas las mas se vencian de tan real amigable y tan dulçe belleza: porque no menos era gracioso mesurado suaue llano y cortes que fermoso galan y de gesto special: tenia el cuerpo el semblante y persona tan bien repartido tan auentajado y gentil que todas sus facciones acompañauan tanto su real presencia y beldad: que pareçe que andauan como a porfia»