«y alço los ojos y manos al cielo y dixo: gracias solemnes fago a nuestro Señor porque tan buen conoçimiento y seso dio al rey don Alfonso mi fijo: que con tanto acatamiento y llaneza me pide como fijo a padre su reyno: y assi le respondo yo: que pues de gracia me le pide de gracia ge·le doy: que sepa esto de mi: que los grandes de coraçon los altos nunca vencidos»