«en·el prado penso entre si que podia ser tan grande si aquella su piel e cuero arrugado pudiesse henchir: e assi començo a hynchar se de manera que parescia a·ella que era grande: e pregunto a sus fijos si era tan grande como el buey: al qual respondieron sus fijos que non. Ella se hyncho otra vegada e les torno a preguntar: soy tan corpulenta. Ellos respondieron que haun non se ygualaua con·»