«otro aborrescia: e ningund bien ni falago le fazia: saluo solo aquello que por natural amor de madre non le podia negar: para que sustentasse la vida. Acaescio que la ximia andando por vna montaña con·los fijos: sentio los caçadores con perros: por lo qual turbado su spiritu por temor que uvo pensaua como pudiesse salir de alli sin peligro: e tomo al fijo que mas amaua en·los braços abraçado amorosamente:»