«en su espada sintia quan presto los hauia de vencer: entro con tanta furia en·los castellanos que todos le abrieron camino: todos se le apartauan delante que mas parecia rayo del cielo en·el derribar quantos topaua que hombre de carne: los suyos por semblante bien como suyos derrajauan quantos fallauan: y dauan tan fieros golpes que luego los del conde don Pedro afloxaron y dieron logar: el conde mismo de que vido el denuedo»