«dixo el principe yo assi lo tengo creydo que vos le dareys a sentir la differencia que hay del cauallero al peon y habre plazer que lo pongays en esecucion porque el no se atreua ni otro semejante a acometer vn hombre de armas: yd porĀ·ende a vuestra posada y venid ante mi con vuestras armas y cauallo y veamos el peon que sabra fazer. Despacharon los dos y boluieron presto delante el principe: aparto se el»