«apremiados que hazen vida entre sus tierras debaxo el yugo de seruidumbre como catiuos: siempre mueuen guerras y dan batallas contra la fe nuestra matando muchos y catiuando destruyen las tierras y terminos nuestros: donde parece que por el honor del nombre de Dios no los deuiera çuffrir tantos dias. A lo primero se respondera que hazer vida debaxo el jugo de seruidumbre no diminuye ni haze menos en la verdad de la dignidad eclesiastica: porque segun»