«me que oyan. Digo pues Cupido quyen sino tu das fauor a las ignocentes donzellas robar los averes del padre y hir·se a perder con estranyos hombres donde tus malos consejos las guyan, a las casadas dexar maridos honrados y hijos, y como ciegas, quieren tu breue plazer por pena que siempre dura. O quantas en muerte desonrada fenescen su vida ! mira si quyeres ver angustia quantas mugeres estan ante ti reclamando y cada»