«la qual empachada de·la ofensa fecha a ella: em·presençia suya temorizando quallaua. No fue tanto el mjedo d·aquella quanto amjgable el razonar de·la discreta senyora que con semejante stillo le dixo. Jnnorabades? Innoraua, senyora, dixo la criada. Dixo la senyora. Sabe que ell contenido de su carta era que mj voluntat le consienta. Respondio la crjada. El reparo de mj yerro sino por muerte no puede»