«del mundo el sal de la tierra siquier sapiencia ende los vasos de oro y plata. Alla tienen mucha escuridad y las tenebras espessas y tristes y la ymagen de·la fiera muerte. Tienen el sal siquier sapiencia de indiscrecion el qual segun quiere y dio por sentencia nuestro redentor para nada vale sino que sea fuera echado: y ende se pise todo por los hombres. Tienen los vasos apenas de fuste los quales viergas de hierro»