«salio el rey don Sancho en busca el rey de Cordoua encomendo a·la emperadriz su muger aquel su tan preciado y excellente cauallo de que tanto se escriue: mas leuo el rey don Sancho sigo al esclarecido y magnanimo infante don Remiro: porque le tenia tanto ya sperimentado y conocido por especial cauallero y varon tan auentajado en·las armas que no se fallaua en campo sin el: los otros infantes ahi los dexo con·la madre»