«llorado por el maestre de Santiago don Garci Alvarez de Toledo a quien hauia encomendado la tenencia de Calatayud que fue cosa de espanto: porque el era su mayordomo mayor y los mas de·los suyos esperauan ser collocados en la casa del infante: assi castiga Dios a·los fementidos tyranos: mas que monta dar aldabadas a·las puertas de·los sordos? Cierto es que es por demas dar vozes al que oyr no quiere: mas faze Dios lo»