«que nunca oyo algo de aquella. En esta forma no tiene razon para el pecado sino para pena porque ha seguido la tal ignorancia de lo diuino dend·el pecado del padre primero. Los que de tal suerte son infieles seran damnados quanto a·la pena del sentido por hauer hecho pecados algunos que sin la fe no se remiten: no se co[n]demnan por el pecado de infidelidad sino por la pena del solo daño: por ende»