«mirado luego el gualardon que esperamos: que podemos fazer que no sea poco? Es cierto que no podemos tanto enprender: quanto razon nos obliga. Y Dios nos promete valer y ayudar. Porque assi como es infinito: assi no tienen fin sus merçedes: pues siendo la causa y el seruicio de Dios: siendo la enpresa y fecho tan suyo: quien osara perder coraçon? Que digo perder? Mas no acrescenta·lle»