«opinyon de·la senyora madrastra: pues empedir la les era jmposible. E con sta gran diferençia y mas dolor sin contentaçion se despidieron. § Apartados los enamorados de·la garrjda madrastra la grandeza del trauaio que andando por las jnabitables partes con desesperada vida pasaron: porque vna vez se perdiese la voz d·ellos: encareçer por scrjtura no se podrja. Mas llegado el termjno asignado a ellos por ella obedeçiendo su·querer suplieron a·lo que»