«y dada la carta, y apenas fue leyendo en·la mjtat de·la venida: como fue su gracioso rostro vestido de vna amarilla scuredat que no biua mas casi muerte la jndicarjades mas regida por la discreçion detuuo su·yra: que lugo fue tal segunt su condiçion requerja, y sin tardar las tales palabras senbraua. Y que me truxiste? La criada vino a considerar algun error aver cometido, e de berguença la su cara»