«manna del cielo en·el qual puso todo buen sabor y suauidad muy delectable: hirio la piedra en·el desierto donde salieron aguas habundosas para que beuiesse todo el pueblo con sus jumentos el qual fue parte del señor Dios Jacob la lumbre de su heredad. Hallo le aquel en tierra desierta en lugar de spanto y de soledad muy espantable: puso le acerca de su amparo dio le doctrina guardo le assi como su ojo: y»