«espanto con la escuridad y el trastejar que faze la gente: y el ver las lumbres por las ventanas: y por·ende pierden todo el miedo: y se les oluida de ser harones: y no han temor jamas en la cara. Y luego llegando a casa le quiten la silla de encima: y lo estreguen como ya es dicho: y puesto dentro en·el establo no donde la noche ha de dormir: empero»