«en el adorar sino la suya y como d·este su resplandor todos no ygual parte sentian, el rey de Persia a quyen el mucho mas que a otro quiso manifestar su gloria a este rey bien asi como sant Johan del Apocalipsio del dios de amor hablaua grandes segretos y aquellos que tales merescimyentos no alcançauan descobrian lo que ver no podian, pues ya ansi con grand trihunfo mansamente entrando por los muros de·la reluziente ciudat las»