«en·los ojos: y les cargo despues mucho mas las consciencias: porque tan sin reconoçer lo prometido por todos osauan tocar en caso de perjuros: y oluidar tanto sus consciencias y honrras que offendian y quebrantauan aquel solempne juramento que ante Dios y el mundo hauian prestado: tanto que los dexo a todos no menos confusos que marauillados: mando a la postre como cristianissimo rey que el pregon del combate publicamente se diesse y que se»