«luego en·la corte sono el enojo que el infante tomara con la reyna su madre por no le auer dado el prometido cauallo que manifiesto descubria la verdad del secreto: assi que mucho reconoçida por el magnanimo infante la justicia de·la reyna su limpieza y verdad: no le pudo la grandeza de su coraçon suffrir que tan limpia y tan honesta enperadriz fuesse tan sin culpa a muerte condenada: y quanto quier que por todos sus»