«robado y echado a perder. Nuestro es ciertamente quanto ellos injustamente posseen: que no ay otros christianos: que lo deuan demandar ni pedir: que lo puedan heredar ni acquerir: saluo nosotros. Que nosotros somos los justos y verdaderos señores los legitimos herederos de todos los tan nuestros y tan despojados y muertos cristianos y a nosotros piden fasta sus huessos vengança a nosotros reclama su tan limpia y justa sangre tan fiera y tan crudamente»