«de seruir en ella a Dios. Y assi fue mucho contento el rey don Alfonso de cumplir con el como con deudo principal: y reçebir en su corte real la infante de Aragon y criar la como fija. Llamadas entonce sus cortes en Huesca propuso entre los braços como el deliberaua de se boluer al seruicio de Dios que les encomendaua mucho sus reynos: y que les encargaua como a siempre muy leales y nobles vasallos que»