«y temblando le dixo su vision. El rey como vano desparo con vna gran risa y embio le para neçio: y afirmo·se como de nueuo en su fiera blasfemia. Estando a·la postre el rey en Segouia llego a el vn sancto hermitaño con la misma vision: que le amenazo grauemente de parte de Dios: mas tan bien le desecho como al otro y le dixo que sin duda se podieran muchas cosas emendar en»