«recibe la tu: abran se los cielos y las iras de tu diuinal prouidencia muestren se con rigor en castigar los yerros cometidos contra d·esta senyora. O beldad muerta con la muerte nunqua hiziste mudança: porque no lloras tu fin pues iamas podras hallar luz como aquella talamo de tus heremosuras: tesoro para tus ricas ioyas: donayre para tus gracias: esmalte de tus honores. O vida desemparada: o beldad sin acogido dolor»