«danyosos y enemigos para nuestras honras. Y mirad quanto puede vuestra maldad que si alguna con sobra de virtud de vosotros sabe guardar·se de vuestras maliciosas lenguas no se podra defender porque en la companyia de vuestras amistades por loar·os traheys en pratica que aueys ouido mas de lo que pedir quesistes: pues contra esto que faremos? Ningun remedio contra lo tal conozco: que sin pecar nos culpays: ahun que no se faga se»