«e el cordero: ni la ciudad no ha menester sol ni luna para que den lumbre en ella: ca la claridad de Dios la alumbrara: e su candela es el cordero. E andan las gentes en su lumbre. Esso mismo enĀ·el .xxij. del Apocalipsi. No haura dendeĀ·adelante noche. E no hauran menester lumbre de candela, ni de sol. Ca Dios los alumbrara: e reynara para siempre. Con lo»