«salido de·la montaña buscaua de comer para si: su muger e sus fijos: el qual lo mas secretamente que podia llego a vna casa con esperança de tomar ende alguna vianda: donde oyo la boz de·la madre diziente al fijo que lloraua dolorosamente. Si non callares yo te lançare al lobo rabioso para que te coma. El lobo creyendo estas palabras: toda la noche espero con esperança que le daria la madre su»