«besando mucho los pies al santissimo padre Innocencio tercio pontifice soberano por la tanta y tan sobrada merçed que su sanctidad les hauia fecho en les restituyr su natural y tan desseado señor: y en les embiar tan solemne y magnifico legado que con tanta cordura virtud y nobleza diera complimiento a·la embaxada que truxiera. Y despues el legado por acabar mas de cumplir lo que de su reuerendissima virtud se esperaua mando llamar al infante don Sancho»