«de·la carne el cuerpo no desempara. Asi que con tu crueza de mi mismo tienes hecho vn purgatorio segundo cuyas ardores y llamas son fines de toda desesperacion de remedio. Y si pudiesse algo traher en oluido los males de mi beuir descansarian: mas ni te puedo dexar ni tus cuydados me dexan. Asi que con esta vida qual vehes toma de mi la vengança de quanto bien te serui: porque pensando en mis penas»