«para refolgar mas ella temiendo que entrando en·ella viesse aquel su amado que estaua ende dixo al marido. Porque te quieres tan aquexadamente echar en·la cama: di me primero la causa de tu turbacion: e que mal has avido. El marido le reconto todo el caso de su desauentura. Dize ella: dexa me mi amado señor que repare e confirme el tu ojo sano por vna manera e arte que yo se:»