«que tus palabras no sean flacas, que ninguno no deue dezir palabras, que no sean a prouecho d·alguna parte. Que Seneca dize: tus palabras no sean de balde, e ellas sean por aconsejar o por mandar o por amonestar. Qu·el Apostol dize: esquiua las vanas palabras e las maluadas, e despues guarda que tus palabras sean razonables e no a syn razon, que cosa que no es razonable, no»