«de agua a·los pies del aldeano: el qual sabiendo que ella era señora de casa: pensando en si dixo. Este ombre por que me quiere tanto honrrar? Dexando de mandar a·los sieruos e sieruas: manda a·su muger que me laue los pjes e asi se dexo lauar d·ella los pies e bien lauado folgo. E despues mando el philosopho a·la muger: que ella mesma le de a beuer:»