«cierto la yra de Dios contra sy jnclina: que no es duda que mas yerra vna mujer que conoçe dos onbres que vno y mas quatro que dos y mas diez que çinquo. Dixo la donzella. Lo que manjfiesto es no se deue contradezir. E quanto qu·es razon ! dixo la madrjna. Que las senyoras se deuen apartar de·tal platica porqu·el vellaco costunbre se convierte en natura: que confirmado vna vez en»