«no podieron: que el mas paciente que yo cruel staua y mucho humil contra tales priessas: y por ningunos aquexamientos no le pude ninguna cosa hazer dezir: saluo que muy tiernamente con sus oios lloraua y con sus manos se heria y con sus dientes sus carnes con rauia despedaçaua: tanto que vyendo yo su tan manya crueldad tome sus manos y con las meiores razones que pude en tal manera lo aconsolaua. § Consuela triste amador»