«capitulos. Quien podra mirar el tronido e estruendo de aquella grandeza. Onde dize el Psalmista. El señor trono del cielo: e el altissimo dio su voz. Por semejante Job a .xxxvij. capitulos. Tronara el señor marauillosamente con su voz: el qual faze cosas grandes: que escodriñar no se pueden. E por·ende dize Anselmo en sus Meditaciones. Que duermes alma tibia: e digna de enormidad: el que no se»