«a empresas de nuestros hombres: y de hombres tan derribados y puestos por suelo: como entonce nuestros tan desechados cristianos estauan. Quanto mas si reconoçer mas quisieredes de quan acompañados estos vencimientos fueron: de otras mas nueuas mas altas y diuinas señales que a·los reyes de Aragon como a tan sanctos y cristianissimos reyes entonce apareçian: y de aquella tan marauillosa vision endemas que al tan catholico y siempre vençedor principe rey don Yñigo Arista fue»