«ni figuras de cuerpos como el otro mas dentro del espiritu le fablaua el eterno Cristo: y en otro mas alto lenguage que el griego: en que fablaron los angeles con el gran Constantino: y en otra manera mas ardiente y lumbrosa que no con el otro: pues que menor marauilla pensays? Que despues fue la otra que al rey don Pedro el primero fue demostrada quando en la gran batalla de Huesca jnuocando el catholico»