«tempestosa que por sus locuras el sueño perdimos: todas las calles y torres eran lumbres acendidas y alaridos segun su costumbre malo que tienen. § Al otro dia .xiij. despues de comer de tres en tres y quatro a·lo mas fuemos a·las lojas siquier plaças de·los mercaderes donde vimos tanta generacion y muchedumbre y tanta priessa como en Roma suele hauer en la yglesia de señor San Pedro el año que ganan el jubileo: tantos vendian ende»