«quando menos como pintan los poetas al can Ceruero que guarda las puertas del infierno: o bien como la sirpiente Ydra que el Hercoles mato que no podia con buena consciencia dexar de renunciar y despojar·se del papadgo: mas que era tenido por qualquier de·los derechos assi canonigo como çeuil a se deponer y a dexar la tiara y silla pontifical: y esto por se conformar con el bien comun y publico beneficio de toda la»