«carne humana vestida, mas a·la ymagen en dura piedra escolpida deuriemos mouer. E con todo se fallen asaç las quales no por vicioso apetito mas por agradable judizio atrahidas. E otras que no de vana jncljnacion, mas de humana compassion mouidas, vienen a·la obediencia de amor, lo qual deujdamente considerado faze la culpa de tal consentimiento quasi ninguna. E si yo presumiesse sin perjuycio de aquellas que se callassen intitular las presentes»