«deuemos les ciertamente no solo aquella debda que fasta los mismos enemigos le otorgan deuer: mas ya mucho mas aquella que nobleza y virtud les deue: quanto pues mayormente la que naturaleza reconoçe deuer: que es mucho mayor debda que todas las otras: porque de·lo natural y tan puesto en·las entrañas del hombre: ninguno defender se puede: saluo el desnaturado desconçertado y del todo descompuesto. Corramos pues a priessa a nos»