«que no sabe Aragon sino amar a su rey: no puede suffrir que seruido no sea: y aquel recebido por·ende con estraña solemnidad y fiesta quedaron muy alegres pagados y contentos. El cardenal entonce por dar mayor cumplimiento al cargo y mensageria que el papa le encomendara: despues de assentadas todas las differencias que hauian recreçido en·el reyno: llamados los quatro braços en presencia de todo el reyno que se hauian allegado en»